viernes, 5 de diciembre de 2014

10º aniversario

Diez años ya... Mañana hace diez años desde que aquel gorro se perdió.

Desapareció en el ya también desaparecido Sherry's (ya, ya sé que en realidad es Sherry, pero yo siempre lo llamaré así), el último baluarte de lo decadente y lo bizarro en Madrid, con lo que al menos el lugar parece adecuado. Ya he hablado largamente del dolor de su pérdida y del inconsolable vacío que dejó, por lo que hoy me abstendré. También conocéis todos la tradición de llevar un sombrero en estas fechas, para recordarlo. Para quizás encontrar la magia.

Es innegable que a pesar de diez años de ausencia, la influencia en la sociedad del Gorro Mágico no ha dejado de crecer. No ya sólo por las investigaciones de nuestra historiadora Virtudes Romero, que poco a poco va rescatando e hilvanando fragmentos de la Historia en los que el Gorro ha tenido un papel decisivo. A lo largo de estos años ha habido avistamientos aquí y allá de sombreros de un aspecto si no igual, muy parecido al del que aquí nos atañe. Hace varios años, alguien afirmó rotundamente que lo llevaba un punki en una manifestación. No me cabe duda de que su armonioso diseño y sus gloriosas formas han sido copiados y esparcidos por doquier por diseñadores y modistas a lo ancho del globo. Como se suele decir, las modas pasan pero el gorro permanece.

También ha habido canciones y poemas, más allá de los susurros de grupos de jóvenes ebrios contando sus leyendas. Se dice que la afamada poetisa Esther de Cheshire compuso su Oda al Gorro justo antes de ingresar en un sanatorio mental para mujeres demasiado entusiastas de los gatos. Lo adjunto al final del post.

En los últimos años, quizá lo más inquietante ha sido la aparición de un grupo expedicionario que se autodenominan KATW y que viajan a los rincones más insólitos del mundo en busca de pistas del Gorro Mágico, desde la cima del Cotopaxi en Ecuador a la India profunda, desde los bosques de la Amazonia a pueblitos perdidos en Estonia. Nadie sabe exactamente cuáles son sus intenciones ni si disponen de alguna información relevante que nosotros no conozcamos, ni si encuentran algo valioso, ni qué harían con ello en caso de ser así. De todos modos, dado que esto es un blog público, no me atrevo a decir más aquí. Estaremos alerta.

En fin, como podemos ver el Gorro sigue presente. Quién sabe cuándo volverá a aparecer, ni qué influencias pueda tener sobre esa sociedad, en ese momento del curso de la Historia. Tal vez pasen generaciones, tal vez a nuestros nietos sólo les lleguen los mitos, tal vez esté ahora actuando en lugares de los que no nos llegan noticias... Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, no se olviden de cubrir su cabeza mañana. Busquen la Magia.

In memoriam.



Oda al Sombrero Perdido

Llegarán los días en que todo mortal proclame,
oh, Gorro Mágico e irrepetible,
tus singulares gestas de heroicidad preñadas.

De un lado a otro del continente,

durante los siglos venideros y por siempre,
los seculares cánticos entonarán tus alabanzas.

No eras birrete, ni cofia, ni bonete,
ni siquiera capucha, chichonera o teresiana.
Eras un humilde y deshilachado sombrero,
sencillamente; uno que por cientos de peludas
y peladas testas, por igual, sin cesar erraba.

¡Cómo añoramos tu toque misterioso y distinguido
que, sin hacer distingos, a todos nos otorgaba!

                                                            Esther de Cheshire

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