Extracto de un manuscrito sin publicar de Heinrich E. Hofes, Catedrático de Estudios Indoeuropeos de la Friedrich-Wilhelms Universität (actualmente Universidad Humboldt de Berlín), hallado en 1944, cerca de su lecho de muerte.
En cuanto a la pregunta, "¿por qué un gorro?",
la respuesta es fácil: se trata de un objeto de desarrollo circular,
que se puede portar colocado en el cuerpo. De cualquier bachiller en
Historia es sabido que los antiguos guerreros germánicos eran dados a
agasajar a sus sirvientes con las armas y los artefactos ganados en
batalla, y que esta costumbre era una de las bases de la sociedad
germánica; llegándose a medir la valía de reyes y nobles en función de
su prodigalidad material para con sus vasallos.
Se daban
piezas de armamento y armadura como muestra de la confianza y de la
preocupación por la seguridad de los guerreros, y éstos eran recibidos
de buen grado, pero de especial valor ceremonial en estas entregas eran
cinturones, anillos, brazaletes y argollas. Todos estos objetos tienen
en común su estructura circular, que los hacía evocadores de la
concepción cíclica del tiempo; tan apreciada por las civilizaciones
precristianas. En este sentido, este tipo de ornamentos se tornaban en
talismanes que simbolizaban el futuro retorno en un nuevo ciclo vital; y
gorros, cascos y escudos no eran ajenos a este tipo de
consideraciones.
Fueron varios los guerreros
normandos en cuyas cabezas posó el Gorro, abandonando a unos antes que a
otros. De todos ellos, el último y más notable fue sin duda el
guerrero y poeta islandés, Egill Skallagrímsson. Egill, a quien todos
los códices ilustrados sobre sus hazañas (y las de sus muchos y famosos
enemigos) representan tocado con una prenda de cabeza, vivió durante
la mayor parte del s. X; y pasó la mayor parte de su vida perseguido
por el rey de Noruega, Eirik Haraldsson, y su esposa Gunnhild. La
relevancia del Gorro en los sucesos de este segmento de la Historia de
Escandinavia se hace manifiesta cuando Eirik envía a varios de sus más
leales guerreros, entre ellos su primogénito Röngvaldr, a buscar y dar
muerte a Egill. Röngvaldr no sobrevivió por mucho tiempo al encuentro
con Egill: herido de muerte, sólo logró dar a su padre el odiado gorro
por el que su enemigo era reconocido en todas partes, arrebatado
durante la encarnizada batalla que le mató un día después.
No
sabemos si Eirik era consciente o no del valor real del tocado, pero
Egill, enfurecido por su pérdida, plantó un gran poste de madera grabado
con runas (arte en el que Egill era un reconocido maestro), en el que
empaló una cabeza de caballo mirando en dirección al castillo de los
reyes; tras lo cual pronunció una larga maldición conminando a los
espíritus de los difuntos y de la tierra, y a la tierra en sí misma, a
rebelarse y vagar sin rumbo hasta que el Gorro volviese a él, o los
reyes fueran destronados.
Quiso el destino que sucediese
más bien lo segundo que lo primero, cuando Haakon, hermanastro por
parte de padre de Eirik, marchó contra este en venganza por el
asesinato de su padre, desterrándoles a él y a su esposa Gunnhild. Con
el Gorro todavía en su posesión, Eirik huyó con su esposa a Northumbria
en el norte de Inglaterra, donde se convirtieron en los últimos
monarcas independientes de este reino. Pero no todo estaba arreglado:
Egill no había recuperado el Gorro, y no tardó en hacerse a la mar,
listo para desafiar a sus viejos rivales en su nuevo reino... hasta que
naufragó ante las costas inglesas. Las tropas de Eirik no tardaron en
apresarle y conducirle ante el monarca, que le sentenció a morir al día
siguiente. Egill fue arrojado a una celda estrecha y oscura, despojado
de todas sus pertenencias. Salvo una, y es que el rey, tomado de la
euforia por su inminente victoria, devolvió el Gorro a su anterior
dueño; presumiblemente con el fin de que éste fuera bien reconocible en
la hora de su ejecución.
Egill, reunido de nuevo con el
Gorro, no perdió tiempo y procedió a componer durante toda la noche, en
su mente, la Höfuðlausn ("Precio de una Cabeza"); obra pionera de la
poesía escandinava, con uno de los primeros usos de rima a final de
verso en dicha tradición literaria. Cuando Egill fue de nuevo llevado
ante Eirik y Gunnhild, recitó su obra: un largo poema en celebración
del rey y la reina, de su valor en la guerra, de su benevolencia ante
los súbditos y su justicia magnánima. Eirik, todavía no sabemos si
genuinamente conmovido por el poema o viendo la posibilidad de
acrecentar la lealtad de sus vasallos con un acto de misericordia,
perdonó allí mismo a Egill; declarándole libre de la pena de muerte y
de cualquier persecución futura.
Egill todavía molestaría
un poco más a los antiguos reyes noruegos, luchando en favor de
Æthelstan, pretendiente sajón al trono de Northumbria; para después
volver a la granja de su familia en Islandia, donde se asentó por el
resto de su larga vida. Continuó una carrera poética que le convirtió
en el bardo más famoso de su tiempo, y su poder guerrero y político
crecieron enormemente. Sabemos que poco antes de morir enterró el Gorro
junto con sus armas y una cantidad indeterminada de plata, pero el
sirviente que le asistió en esta tarea fue asesinado, y el lugar de
este escondite se encontró vacío a las pocas décadas del cambio de
siglo.
La historia del Gorro y su paso por las
manos de Egill, infames en violencia pero legendarias en genio creador,
me hacen reflexionar sobre mi propia búsqueda del artefacto: largos
años me he considerado como aquél que busca el Gorro, pero ahora creo
que es el Gorro el que me perseguirá a mí, en sueño o en vigilia, hasta
la tumba."
Sigue aquí una nota al pie de Virtudes Romero, cronista de Panjin Productions
Aunque
conocemos muy poco sobre su figura, y todos los escritos suyos que se
han podido rescatar resultan bastante crípticos y confusos, poca duda
cabe hoy de que el gorro al que incansablemente estuvo siguiendo la pisa
Herr Professor Hofes es el ya perdido Gorro Mágico de Panjin, como él
lo llama, por el cual creó la tradición de que (...)
Una
última cuestión. A pesar de haber buscado entre todos los libros y
apuntes del profesor que sobrevivieron a la guerra, aún no he
conseguido encontrar la fuente original de la que extrajo esta
historia. Es posible que ese documento se perdiera también, pero en
caso de tener acceso a él seguro que podríamos obtener mayor
información acerca de otros acontecimientos remotos entretejidos en
torno al destino de este Gorro, y quizás incluso podríamos llegar a
atisbar su origen. Más no puede decirse acerca de este asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario